El negocio de la prostitución y su relación con la trata

La prostitución es un tema que ha generado controversia y se ha puesto en debate en varias ocasiones por ser un asunto de interés social. La prostitución es una actividad laboral que conlleva a la explotación sexual de quienes la ejercen; se basa en ofrecer servicios de índole sexual con los que se obtiene una remuneración. En el mundo de la prostitución existen muchos factores que determinan las condiciones en las que se mueve dicho negocio.La trata, el proxenetismo, la prostitución son todos términos diferentes que hacen referencia a realidades distintas. El Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, define la trata como el tránsito de personas “ empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad, necesidad o de vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera” para que cumpla con las siguientes finalidades “ imposición de trabajo o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud y la explotación sexual”. Asimismo, define el proxenetismo como la obtención de “un rendimiento económico a costa de la prostitución ajena, aunque la persona prostituida manifieste estar conforme con ello”. Según la Real Academia Española, la prostitución es, la “actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero”.

Muchas de las personas, en éste caso mujeres, que ejercen la prostitución lo hacen en contra de su voluntad. En ocasiones son extranjeras y trabajan como prostitutas por necesidad. En otros casos, son víctimas de tratas de mujeres o de alguna otra situación que les obliga a terminar en la prostitución, como también existirán casos en los que se ejerza este tipo de trabajo por voluntad propia.

De acuerdo al informe publicado a través del Parlamento Europeo sobre explotación sexual y prostitución y su impacto en la igualdad de género, “la prostitución y la prostitución forzada son un fenómeno con un componente de género y de dimensión mundial que afecta en torno a 40 – 42 millones de personas en todo el mundo, siendo la inmensa mayoría de las personas que se prostituyen mujeres y niñas y casi la totalidad de los usuarios hombres y que, por lo tanto, es al mismo tiempo causa y consecuencia de la desigualdad de género, lo que agrava aún más el fenómeno”.

Según el mismo informe, se considera que la “prostitución representa una forma de esclavitud incompatible con la dignidad de la persona y con sus derechos fundamentales”. Asimismo, la “trata de mujeres y niños, con fines de explotación sexual y otras formas de explotación constituye una de las violaciones de los derechos humanos más atroces, y que la trata de personas está creciendo a escala mundial debido al aumento de la delincuencia organizada y su rentabilidad. La prostitución y la prostitución forzada están intrínsecamente ligadas a la desigualdad de género en la sociedad y tienen un efecto en la posición social de las mujeres y los hombres en la sociedad así como en la percepción de las relaciones entre mujeres y hombres y en la sexualidad”.

La prostitución en España

En España, la prostitución no es un delito; en cambio, el proxenetismo y la trata, sí representan un delito y por lo tanto está penalizado a nivel legal. Hoy por hoy hay escasos y ambiguos informes que reflejan mediante datos estadísticos el ejercicio de la prostitución y sus efectos en España. La prostitución sigue siendo un negocio clandestino, con muchas incógnitas, pero si bien es cierto, se trata de un ejercicio que atenta contra la integridad y el respeto de los seres humanos, tanto hombres como mujeres, principalmente de las mujeres.

*Fuente: Ilustración de Patrick Thomas (Periódico Público)*

La industria de la prostitución, drogas y otras actividades ilegales sigue creciendo en España. Según el Instituto Nacional de Estadísticas , todas estas actividades suponen el 0,87% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional y la prostitución representa un 0,35%. Estas cifras dan a entender que dichos negocios generan mucho dinero y las ganancias de quienes dominan la industria estarán por encima de la de cualquier trabajador habitual.

Según el Ministro del Interior del Gobierno de España, Jorge Fernández Díaz, “la prostitución mueve en España un total de cinco millones de euros cada día”. Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística (INE), indica que el “6,7% de la población masculina de entre 18 y 49 años mantuvo relaciones con una mujer prostituida en los 12 meses previos a ser planteada la pregunta”.

La Asociación Nacional de Empresarios de Alterne cifra en 400.000 a las mujeres prostituidas. El Instituto Europeo para la Prevención del Crimen “estima el número de prostitutas en España entre 45.000 y 300.000, de las que, el 60% serían extranjeras”.

Tal y como indican los datos, en España el negocio de la prostitución ha aumentado y el número de víctimas es cada vez mayor. Gran parte de los casos de prostitución se generan por necesidad. Muchas de las personas que se prostituyen lo hacen, generalmente, por falta de dinero bien sea porque tienen problemas de drogas, provienen de una pobreza extrema, no consiguen trabajo o provienen del extranjero y no consiguen otra fuente de ingresos.

De acuerdo al informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, la cifra más alta de las mujeres detectadas objeto de trata hacia Europa con fines de explotación sexual (2005-2007), son mujeres de nacionalidad rumana, seguido por mujeres que provienen de países como Brasil, Bulgaria, Rusia, entre otras. Dicho informa indica que “alrededor de una de cada siete sería víctima de la trata”.

Estos datos dan a entender la magnitud del negocio de la prostitución y su relación con la trata de personas, especialmente de mujeres que se ven sometidas a venderse por dinero, sin contar con las niñas que obligan a involucrarse en tal negocio.

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Adriana Cabello: Licenciada en Comunicación Social y Magister en Periodismo Multimedia. Experiencia como redactora para varios medios, tanto impresos como digitales, como la Agencia EFE y la revista Foster Wheeler. Adicionalmente, he ejercido en el campo de la publicidad en Nexus Publicidad y en el área de mercadeo y promoción en Amagi. Soy venezolana residenciada en España y, como la mayoría de las mujeres, creo en mi género, en nuestra capacidad, nuestros derechos y nuestras libertades. Es por esto, que me uno a este interesante proyecto y así aportar mi granito de arena para informar y promover la autonomía de la mujer.